Los seres humanos estamos equipados o dotados de gran cantidad de artilugios, que aunque no son exclusivos de nuestra especie, (algunos si), los utilizamos para inter-actuar con el medio que nos rodea, los que nos sirven para tratar de comprender y manipular ese medio en el cual nos desarrollamos, con fines desde los más individuales y personales, hasta los más altruistas.
Esos sensores que abundan en toda nuestra anatomía y que al tener la capacidad de persivir la diversidad de estímulos propios del entorno en el que estamos, gracias a nuestro cerebro, son los que ocasionan toda una tormenta cerebral, lo que da lugar a las certezas y dudas, ya sean estas probables o improbables, que luego de un proceso de razonamiento podemos discernir entre lo falso y lo verdadero.
El mundo en el que vivimos y todo el vasto universo conocido hasta ahora, están llenos de hechos probables e improbables, en todo el amplio espectro que abarcan las ciencias, tenemos como herramienta principal el método científico, que nos permite saber que tan reales y verdaderas son las cosas que nos rodean, o en caso contrario, que tan irreales y falsas pueden otras.
Lamentablemente una gran mayoría o sectores de la sociedad, en algunos aspectos de la vida, prefieren regirse o dirigirse atravez de métodos no muy fiables a la hora de buscar la verdad, fiándose de las sensaciones, visiones, sueños, horóscopos, tradiciones, donde también abundan las experiencias personales, únicas, propias de quien la tuvo, y que desde luego no pueden ser demostradas consecuentemente bajo la lupa de la lógica y la razón que nos brindan las ciencias.
PROBABILIDADES Y CERTEZAS
IMPROBABILIDADES Y DUDAS
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