No vivo como quiero, ni vivo como puedo, en mi día a día, conciente o inconcientemente vivo como se me de, no niego que procuro vivir como quiero, y que la verdad es que causal y casualmente, raras veces logro vivir como puedo.
Y es que estar vivo y lograr sobrevivir no viene a ser para algunas personas su elección. Despertamos, nos paramos frente al espejo y creemos ver lo que suponemos ser, mirando nuestro adentro, preguntandonos en tono de reproche, "qué haces vivo", "no pudiste quedarte dormido"...pero nos interrumpe la patética introspección, una supuesta sonrisa que se asoma con sigilo, que más bien parece ser una mueca descompuesta.
Luego de dos tazas de café expreso, tres cigarrillos "More", sin filtro, escuchar el circo político del circense matutino radial, donde se escuchan debatir las "más grandes mentes" sobre la situación nacional e internacional, es que caemos en cuenta de que seguimos "vivos"...mi satirica, tragi-comedia de vida, y sigo.
Sujeto a la voluntad de los acaudalados titiriteros dueños de los mercados y del empresariado, todo lo que respiro, todo lo que veo, todo lo que como, todo que uso y todo lo que creo ser, les pertenece, queriendo o no, en la mayoría de los casos hacen de mi un titere más, donde mi accionar está pautado y bien consebido por los dueños de nuestras voluntades.
Aunque estar bajo los efectos de (...) por unas pocas horas puede ser de los mejores momentos del día, ya que para mi suerte no suelo soñar...y cuando estos se hacen perceptibles en mi mente, se convierten en una realidad de mi cotidianidad, en una simple pesadilla.
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